Desde Fundación Biosfera presentamos una medida cautelar por irregularidades en los estudios de impacto ambiental de las obras de la Empresa Exolgan S.A en el puerto de Dock Sud (Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Argentina).

La medida fue presentada ante el Juzgado Federal N°2 en lo criminal y correccional de Morón para paralizar las obras, debido a que la empresa Exolgan S.A no llevó a cabo una convocatoria a una audiencia pública para el inicio de la construcción de un nuevo muelle de carga, junto con los estudios de impacto ambiental pertinentes para emprender tal proyecto. 

Una obra de esta magnitud puede causar daños significativos en el estuario del Río de La Plata, lo que significa no solo un riesgo para su biodiversidad, sino también para los y las vecinos de la cercanía.

El juez federal de Morón, Jorge Eduardo Rodríguez, aceptó la cautelar y dictó sentencia prohibiendo de manera urgente la continuidad de las obras, ordenando al Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud que suspenda el llamado a licitación de obras de la firma Exolgan S.A. hasta tanto no tengan la declaración de impacto ambiental por parte del ministerio de Ambiente de la Pcia. de Buenos Aires, y la contratista presente el Plan de Gestión Ambiental

Además, prohibió la demolición del muelle uno y de cualquier construcción; encomendando a la ACUMAR (Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo) la realización de un control exhaustivo de la obra e informe al juzgado ante cualquier incumplimiento.

Horacio de Belaustegui, presidente de Fundación Biosfera afirma que se trata de una obra gigantesca y que “van a remover estructuras de principios del siglo pasado; más de 60 mil metros cuadrados de construcción”.

Desde nuestra institución tutelamos por el bien común, lo que involucra el cuidado del medio ambiente, y su biodiversidad, de la cual formamos parte. De esta manera notamos que el estudio de impacto ambiental elaborado para la obra presenta serios vicios: como por ejemplo el no explicar a qué serán destinadas las grandes cantidades de tierra y sedimentos dragados; la ausencia de un estudio de la biocenosis (el conjunto de especies animales y vegetales que conviven en el espacio intervenido); y tampoco se tiene en cuenta qué va a suceder con la ictiofauna local. Partiendo desde el punto de que nos encontramos ante la sexta extinción masiva de especies, debemos buscar el equilibrio entre los ecosistemas urbanos y la biodiversidad con la que convivimos.

En este mismo sentido, los estudios de impacto ambiental que se presenten, deben contemplar también que el movimiento de sedimentos contiene materiales pesados nocivos para el ambiente, su flora, fauna y la comunidad circundante.